17 de noviembre de 2015

VISITA AL YACIMIENTO "ABRIGO Y CUEVA DE BENZU "



 En el mes de Noviembre hemos tenido una visita cultural a la CABILILLA DE BENZU.


La ‘Cabililla de Benzú’, como se conoce el conjunto de la cueva y el abrigo situados en la zona más noroccidental de Ceuta, fueron descubiertos en 2001 gracias al encargo que la Ciudad Autónoma hizo a la Universidad de Cádiz para la creación de una Carta Arqueológica Terrestre de Ceuta, un instrumento con el que se pretendía facilitar la investigación, la tutela y la protección del patrimonio cultural de la ciudad. Los resultados de aquel estudio arqueológico fueron “espectaculares”, según el director del proyecto, Darío Bernal Casasola, “superaron con creces las previsiones más optimistas” y descubrieron que en la ciudad existían varios yacimientos prehistóricos; entre ellos el número 18 de la Carta Arqueológica (Benzú), un depósito que hasta ahora no ha dejado de producir material de estudio y que seguramente, podrá alimentar a “muchas generaciones de investigadores” en el futuro.
Tras ocho años de estudio, los directores del actual proyecto de investigación, los doctores de la Universidad de Cádiz José Ramos y Darío Bernal, acaban de dar por finalizada la primera fase de trabajo, un proyecto que ha llevado el nombre de Benzú a dejar de ser un término puramente local en Ceuta, para convertirse en parte de la “literatura arqueológica internacional”. Así, los investigadores acaban de publicar su artículo más ambicioso, “El abrigo de Benzú: un yacimiento del paleolítico medio en la costa norteafricana”, que ha aparecido en una de las revistas europeas más prestigiosas sobre la etapa cuaternaria, la holandesa Quaternary Science Review, que iguala en impacto al que pudieran tener ediciones como Science o Nature.
“Es un salto cualitativo importantísimo y estamos muy contentos”, dice Ramos, que afirma que el artículo publicado en QSR “es nuestro mejor trabajo hasta ahora”. Pero el proyecto no se detiene, el calendario de los investigadores está repleto con citas en Universidades británicas y francesas donde, a lo largo de 2009, continuarán hablando de los descubrimientos que han hecho hasta ahora en Benzú. “A corto plazo nuestro proyecto más inmediato es la culminación de un estudio monográfico sobre las evidencias aparecidas en los últimos seis años y contextualizarlas dentro del entorno regional”, explica Bernal, “esperamos que pueda estar terminado en 2010”.







 Un yacimiento especial
Benzú es un yacimiento único a muchos niveles y su importancia traspasa el valor histórico de Ceuta y el Estrecho, porque plantea la posibilidad de que las comunidades cazadoras-recolectoras que lo habitaban o se refugiaban en él, pudieran pasar hacia Europa a través del Estrecho, y no por Oriente Medio, como se pensaba hasta ahora. Los investigadores destacan que los más de 20.000 objetos encontrados hasta el día de hoy poseen cronologías que les hacen partícipes de un debate “mundial” en este sentido. Además, los materiales descubiertos en el yacimiento ponen en duda la cronología que se manejaba hasta el día de hoy respecto a la cultura musteriense antigua (menos de 100.000 años ). “Aquí las cronologías son mucho mas antiguas que por ejemplo en Andalucía, en Gibraltar o Santander, donde hasta ahora se había estudiado más”, dice el doctor Ramos. La cronosecuencia del yacimiento de Ceuta se mueve entre los 250.000 y los 70.000 años de antigüedad, lo que le convierte en un depósito de vida “muy larga, que fue usada no solo en el paleolítico, sino también durante el neolítico”.



 Darío Bernal destaca las características físicas de la cueva y el abrigo, que hacen que el trabajo sea “muy duro” a nivel metodológico. “Nosotros estamos acostumbrados a trabajar en sedimentos blandos pero Benzú, si bien tiene la ventaja de que las cosas están en su sitio, es una brecha carbonatada endurecida (el paso continuo de agua participa del fenómeno de creación de la cueva, al formar carbonato cálcico); por ello la inversión de recursos materiales y humanos para la disgregación de esa brecha es notable. Un mes de trabajo de campo viene acompañado por aproximadamente 7 u 8 meses de laboratorio en los que se disgrega la brecha para que se puedan estudiar los materiales que comprende”.
Hoy, el equipo tiene cantidad suficiente de material como para realizar “ una reconstrucción cronoestratigráfica y paleontológica integral”, lo que en un futuro podría traducirse en una exposición local, y quizá incluso itinerante, ya que una de las prioridades de los investigadores es la difusión social de sus hallazgos para que los ciudadanos de otras comunidades “puedan ver la importancia de este yacimiento”.






 El futuro de la investigación
¿Cuáles son las conclusiones más importantes que el equipo investigador maneja a día de hoy? La riqueza de los materiales que alberga el yacimiento de Benzú ofrece fundamento de estudio a multitud de historiadores, geólogos, biólogos, espeleólogos o antropólogos que han participado en las excavaciones junto a voluntarios que han tenido la oportunidad de ver “cómo se hace historia”, gracias a la colaboración de la Ciudad Autónoma de Ceuta en el proyecto, una actitud que los directores del estudio califican de “ejemplar”.
Todavía faltan restos antropológicos, pero con el material analizado en 2008 (tres cuadrículas en cuatro metros cuadrados de excavaciones que conforman una secuencia de doce metros cúbicos de material arqueológico), los científicos pueden afirmar ya que la base del yacimiento en el abrigo tiene una antigüedad aproximada de 300.000 años “con lo cual una fase de la investigación se cierra ahí”, dice el doctor Ramos. “Otro dato importantísimo es que los recursos marinos de estos grupos humanos llegan hasta 150.000 años”, un dato “de alcance”, ya que en la península, por ejemplo en el Cantábrico, sólo se conocían elementos similares con antigüedad de 40.000 años. “Eran mariscadores, usaban mucho los recursos del mar”, añade.






Sólo el abrigo cuenta con más de 50 metros cuadrados de sedimentos y cinco metros de potencia, algo realmente “excepcional” para los investigadores, que aseguran que los materiales se encuentran en “fabuloso estado de conservación”. Teniendo en cuenta que hasta ahora se ha analizado aproximadamente un 1% del material que ofrece Benzú, su nombre tiene muchas posibilidades de asentarse como un importante pilar en el estudio prehistórico de nuestra civilización.








Según explica el doctor de la Universidad de Cádiz, Benzú tiene una secuencia estratégráfica de diez niveles, en siete de los cuales se aprecia evidencia de ocupación humana. ¿Si se encontrasen restos antropológicos podrían ser Neanderthales?, “es muy complicado”, argumenta Ramos, “no podemos aventurarnos a hablar de hechos hasta que no tengamos datos científicos, pero todavía estamos en el proceso de analizar parte del material que recopilamos en la última campaña (2008). En los próximos meses todavía podríamos tener una sorpresa y, entre los materiales recolectados, podría haber algún hueso.”














 Ramos explica que los indicios analizados hasta ahora hacen pensar al equipo que el Estrecho “pudo servir de puente para aquellas comunidades”, en vez de ser una barrera. “En el sur de la península hay restos de Neanderthales, pero las evidencias que se han encontrado hasta ahora en el norte de África son Homo Sapiens”. En una reciente entrevista, el doctor confirmaba que el quid de la cuestión quizá esté en encontrar restos de musteriense antiguo al otro lado del Estrecho, entre Andalucía y la zona de Levante: “Hay mucho que estudiar, pero creo que debe haber en la Península una cultura en sintonía con la de Benzú”.











Desde estas lineas agradecer a Gabriel Fernández Ahumada ( Gabi) compañero de Patrimonio Cultural de la Ciudad, todos los datos aportados y el cariño puesto durante sus charlas in situ y agradecer de nuevo el interés tomado para que este grupo senderista de ceuties, nos llenásemos de Cultura e Historia de nuestra propia tierra. GRACIAS

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